Se observan básicamente tres tipos de moteros y, como en todos lados, además están los "Bemeuveros" y "Harleyeros" (si tras esta provocadora afirmación nadie me deja un comentario es que nadie me lee).
LA MOTO griega por excelencia es cualquiera de las herederas, copias o clones de la Honda Cup. Las actuales se llaman "Innova", "Astrea" y otros nombres, las hay de múltiples orígenes -japonesas, coreanas, taiwanesas, chinas...- andan por los 125c.c y son tuneadas de manera perversa e inmisericorde.Obsérvese el escape y la pantalla del faro ahumada-obviamente no originales- y sobre todo el disparatado disco de freno (tuneao!!!!!).
El cómo semejantes cagarrutas (¿caga-rutas?) pueden hacer tal estruendo es uno de los misterios sin resolver que traeré a mi vuelta de Grecia. Asombroso.
Parte de la gracia de estos trastos es cargarlos y conducirlos de la manera más heterodoxa posible. Aunque el que no tengan embrague ayuda a usar la mano izquierda para llevar cualquier cosa -un café, una pértiga de tres metros para limpiar cristales, tres pizzas extra-grandes, un tiesto con un arbusto;todos ejemplos reales- a veces consiguen dejarme boquiabierto. Hablar con un móvil de concha, metido en el casco a presión, mientras se fuma un cigarrito y llevando un café entre las piernas con la moto en marcha me parece insuperable.Ademas es frecuente que las mujeres con falda monten "a la jineta".
Los scooters son la variante pija de este grupo.
El segundo grupo es el de las motos de campo. En general los griegos tienen jorió, o sea, pueblo y tiene su sentido que haya motos de campo a patadas. Lo que pasa es que, como apunté en el artículo de los coches, lo del "burro grande" aquí es fe. Se ven unos motarrancos "dakarianos" delirantes y a gente con serios problemas para encaramarse a ellas.El tercer grupo está formado por aquellos cuyos propósitos se circunscriben en exclusiva a la exaltación de la virilidad. Comenzaré citando mi "Teoría Integral Motociclista" cuyo primer postulado reza:"Moto son los primeros 500c.c. El resto es prótesis de pene" (perdón por la franqueza). Y su segundo: "La excusa de que no las hay más pequeñas no disminuye la íntima satisfacción de llevar algo gordo entre las piernas" (Perdón de nuevo). Decía que muchísimos griegos buscan la moto más "machificadora" que el dinero les pueda proporcionar.
En un país con poquísimos kilómetros de autopista y un tráfico densísimo, motos capaces de hacer 300km/h -verbigracia la "Hayabusa"de la foto- se emplean, fundamentalmente, para hacer caballitos y sobre todo ruido, mucho ruido que tape la insignificante vida del ruidoso de turno. En ningún sitio donde yo haya estado se ven tantas motos con escapes modificados o sustituidos.
Existe, también, toda una etiqueta en los semáforos. La parrilla de salida se ubica en el -resbaladizo- paso de cebra, por el que los peatones zigzaguean a modo de mecánicos o azafatas de gran premio. Motos gordas o muy tuneadas delante, las demás detrás, procurando no desentonar. Antes del verde, miradita de desafío a la concurrencia, motores a más de 7.000rpm y... Salida.
Desde aquí quiero agradecer a los responsables del no-asfaltado de Atenas el curso intensivo de control de derrapajes que me pego a diario. Si mi modesta 250 patina salvajemente en aceleración y frenada no quiero pensar que será una 1000. ¡Ah! La excepción a lo de los pasos de cebra son los moteros en acto de servicio -repartidores varios- que, en atención a la trascendencia de su labor social, se saltan los semáforos con el aire abnegado y de despreocupación por la propia vida que en otros lugares está reservado a bomberos y conductores de ambulancias.
Hay, como en los coches, mucho amor por las motos antiguas en uso diario. Por ejemplo esta MZ estaba en perfecto estado.
Respecto a lo de los bemeuveros y harleyeros: BMW y Harley demuestran que los extremos se tocan. Ambas marcas tienen en sus filas a los más excelsos moteros -algunos bemeuveros sois mis amigos y sois moteros pata negra, lo sé- pero también atraen a los pringaos más lamentables de manera inevitable.
En Atenas los de las BMW dan un tufillo a no sé que (gomina quizás), que no me gusta. Mientras que los de las Harley parecen siempre estar esperando a que les hagan una foto, y eso tampoco me gusta. En general no me gustan los grupos basados en lealtades inquebrantables e ideologías políticas o estéticas. Me siento más cerca del Llanero Solitario que del Séptimo de Caballería, supongo.
LA MOTO griega por excelencia es cualquiera de las herederas, copias o clones de la Honda Cup. Las actuales se llaman "Innova", "Astrea" y otros nombres, las hay de múltiples orígenes -japonesas, coreanas, taiwanesas, chinas...- andan por los 125c.c y son tuneadas de manera perversa e inmisericorde.Obsérvese el escape y la pantalla del faro ahumada-obviamente no originales- y sobre todo el disparatado disco de freno (tuneao!!!!!).
El cómo semejantes cagarrutas (¿caga-rutas?) pueden hacer tal estruendo es uno de los misterios sin resolver que traeré a mi vuelta de Grecia. Asombroso.
Parte de la gracia de estos trastos es cargarlos y conducirlos de la manera más heterodoxa posible. Aunque el que no tengan embrague ayuda a usar la mano izquierda para llevar cualquier cosa -un café, una pértiga de tres metros para limpiar cristales, tres pizzas extra-grandes, un tiesto con un arbusto;todos ejemplos reales- a veces consiguen dejarme boquiabierto. Hablar con un móvil de concha, metido en el casco a presión, mientras se fuma un cigarrito y llevando un café entre las piernas con la moto en marcha me parece insuperable.Ademas es frecuente que las mujeres con falda monten "a la jineta".
Los scooters son la variante pija de este grupo.
El segundo grupo es el de las motos de campo. En general los griegos tienen jorió, o sea, pueblo y tiene su sentido que haya motos de campo a patadas. Lo que pasa es que, como apunté en el artículo de los coches, lo del "burro grande" aquí es fe. Se ven unos motarrancos "dakarianos" delirantes y a gente con serios problemas para encaramarse a ellas.El tercer grupo está formado por aquellos cuyos propósitos se circunscriben en exclusiva a la exaltación de la virilidad. Comenzaré citando mi "Teoría Integral Motociclista" cuyo primer postulado reza:"Moto son los primeros 500c.c. El resto es prótesis de pene" (perdón por la franqueza). Y su segundo: "La excusa de que no las hay más pequeñas no disminuye la íntima satisfacción de llevar algo gordo entre las piernas" (Perdón de nuevo). Decía que muchísimos griegos buscan la moto más "machificadora" que el dinero les pueda proporcionar.
En un país con poquísimos kilómetros de autopista y un tráfico densísimo, motos capaces de hacer 300km/h -verbigracia la "Hayabusa"de la foto- se emplean, fundamentalmente, para hacer caballitos y sobre todo ruido, mucho ruido que tape la insignificante vida del ruidoso de turno. En ningún sitio donde yo haya estado se ven tantas motos con escapes modificados o sustituidos.
Existe, también, toda una etiqueta en los semáforos. La parrilla de salida se ubica en el -resbaladizo- paso de cebra, por el que los peatones zigzaguean a modo de mecánicos o azafatas de gran premio. Motos gordas o muy tuneadas delante, las demás detrás, procurando no desentonar. Antes del verde, miradita de desafío a la concurrencia, motores a más de 7.000rpm y... Salida.
Desde aquí quiero agradecer a los responsables del no-asfaltado de Atenas el curso intensivo de control de derrapajes que me pego a diario. Si mi modesta 250 patina salvajemente en aceleración y frenada no quiero pensar que será una 1000. ¡Ah! La excepción a lo de los pasos de cebra son los moteros en acto de servicio -repartidores varios- que, en atención a la trascendencia de su labor social, se saltan los semáforos con el aire abnegado y de despreocupación por la propia vida que en otros lugares está reservado a bomberos y conductores de ambulancias.
Hay, como en los coches, mucho amor por las motos antiguas en uso diario. Por ejemplo esta MZ estaba en perfecto estado.
Respecto a lo de los bemeuveros y harleyeros: BMW y Harley demuestran que los extremos se tocan. Ambas marcas tienen en sus filas a los más excelsos moteros -algunos bemeuveros sois mis amigos y sois moteros pata negra, lo sé- pero también atraen a los pringaos más lamentables de manera inevitable.
En Atenas los de las BMW dan un tufillo a no sé que (gomina quizás), que no me gusta. Mientras que los de las Harley parecen siempre estar esperando a que les hagan una foto, y eso tampoco me gusta. En general no me gustan los grupos basados en lealtades inquebrantables e ideologías políticas o estéticas. Me siento más cerca del Llanero Solitario que del Séptimo de Caballería, supongo.
2 comentarios:
Llevo riéndome media hora literalmente con tu post....
Yo quiero ir a Atenas... acabo de darme cuenta.
Tu prima que te lee y se parte de risa contigo y tus clasificaciones: Lola
Día a día te superas... ;)
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