Hemos ido hoy- 8 de abril al Pireo, invitados gentilmente por la Embajada de Cuba a la inauguración de la exposición “Cuba y el Mar”. Han tomado la palabra el comisario de la exposición, el embajador de Cuba -¡¡En inglés!!- y el Alcalde de El Pireo, Panagiotis Fassoulas, de quien ya os comenté que es aquel "pivot" marrullero y fibroso que desquiciaba a Romay y compañía. Por allí estaba también el Obispo de la localidad –¡Faltaría más!-. Sé que esto me puede costar algún disgusto, pero la estampa del Sr. Alcalde con sus 2,13 de estatura al lado del obispo en ropa de trabajo tenía un aire raro, que por prudencia no voy a describir por escrito.También me va a costar un disgusto, pero en esto no me voy a cortar. Para mí lo mejor de la exposición era algo que no existe: pintura cubana del siglo XIX. Los cuadros estaban allí y eran marinas y paisajes de los puertos de Cuba, especialmente de La Habana. Todo correcto, incluso brillante, sólo que es pintura española del siglo XIX con tema cubano. Lo siento, pero si no lo digo reviento. Toda una vida hablando de la “Generación del 98” es demasiado “condicionamiento pavloviano”. ¡Pero si hasta las banderas que se veían en los cuadros era rojigualdas…!
No quiero polemizar, pero alguna referencia a España en la documentación o inauguración de la exposición me hubiera parecido un rasgo de honestidad y “memoria histórica”.
martes, 15 de abril de 2008
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