Había varios títulos posibles: otras fortalezas del siglo v a.C., otro saganaki de gambas...
Al final lo más característico de estos días es el buen tiempo. Si no os parece para tanto podéis observar la foto. Lo gracioso es que en el velador donde comíamos estaba encendida la inevitable chimenea (más luego), y fuera, además de gente comiendo al aire libre, estaba una pareja bañándose. Desde luego la temperatura no era ni para chimenea ni para baño, sino justo en medio.
El sitio es Porto Germenó ( lat=38.150352, lon=23.224797), que es la antigua Aigosthena. Una fortaleza de la época de la Guerra del Peloponeso. Ruinas : sólo para viciosos del tema; vistas, pueblecito y comida encantadores; carretera tipo sacacorchos.
No muy lejos, pero sí a muchas curvas de allí, está Inoi y la fortaleza de Eleutherai, de la misma época y tipo que la anterior y que la de Filé a la que fuimos por noviembre.
Como decía en el post anterior la chimenea es un asunto capital para los griegos, nos hemos sumado a los gustos y tendencias locales (por cortesía de Flor y Ramón, besotes) y hete aquí el resultado.
No mucho más por ahora, estoy preparando un post sobre los perros de Atenas. Pronto aparecerá.
Besos
lunes, 21 de enero de 2008
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