El Lunes vino el camión de la mudanza, uno pequeño, tipo reparto de fruta. Mejor dicho, lo trajeron los trabajadores de "Fluiters" encargados de la cosa en sí.
Siempre me ha gustado ver trabajar a los profesionales de cualquier cosa. Quiero decir que se aprende mucho. Hicieron casi todo en menos de tres horas, yo hubiera tardado días en hacer la mitad.
El "casi todo" del párrafo anterior responde a que acabo de descubrir una nueva salida profesional justo ahora que me siento algo mayor en medio de tanta novedad diaria. Resulta que podría trabajar en un circo. Sí, queridos lectores, y es que tuve que subir la moto en marcha por una rampa-tablón de unos 35cm. de ancho y unos 3,50 metros de largo. Ni que decir tiene que me puse el casco, los guantes y ese aroma de "patricks" de los hombres viriles y corajudos y tomé carrerilla con la sensación de que al barboquejo del casco le estorbaba algo que habitualmente no está ahí. Tras conseguir frenar dentro del camión y sin topar con nada reconozco que disfruté viendo las caras de susto de los transportistas; digamos que mi uso del gas había sido algo exagerado...
Como dijo alguien "aliquando bonus Homerus dormitat": los profesionales de la mudanza se dejaron tres cajas (eso sí, ya inventariadas) en casa y tuvieron que mandar una "fregoneta" a por ellas al día siguiente.
Cuatro horas de avión después estaba en Atenas.
viernes, 16 de noviembre de 2007
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3 comentarios:
Una verdadera lástima que no haya documento gráfico de la gesta
He puesto en google acrobacias en moto.... y he acabado en este Blog ¿Alguien sabe por que? ;-)
Reíros lo que queráis, pero hacía mucho que no me subía la adrenaliza como en aquel momento.
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