Mañana 3 de septiembre se cumplirá un año de la llegada a Atenas de mi mujer. Aunque yo llegué más tarde, lo cierto es que el año se cierra con precisión admirable. El jueves cuatro de septiembre, Olimpic nos transportará a Madrid y después de unos días juntos en la Villa y Corte, Mi Querida Esposa se volverá a Atenas.
Empieza una nueva etapa y, aunque pasaré casi un tercio del año allí, será por amor, pero no del todo desde Grecia.
Sigo con un blog abierto, que contará lo que supone vivir la vida en dos países y dos casas y dos idiomas y... dos de casi todo.
La nueva dirección es
El título es
"Filemón y Baucis en el puente aéreo".
Sé que le echo un par poniendo Filemón en el título siendo como soy -y no, estoy- calvo, calvo de los de calva brillante y bronceada, calva heredada y familiar, esto incluso en cuanto al tamaño. ¡Pero que queréis! aunque soy el filólogo clásico con menos amor por la mitología de todo el mundo, me siento muy identificado con ese mito estos días.Gracias a todos los que me habéis leído y muy especialmente a los que habéis escrito comentarios, habéis dado mucha perspectiva a esta cháchara solitaria.